Bueno, se ve que alguien se cabreó con la entrada original (por suerte no lo suficiente como para haber borrado el blog entero, ni tan inteligente para borrar las puertas traseras de acceso).
Ahora la que está molesta soy yo, ya que por incauta no guardé el texto y el caché de google no me ayudó a encontrar el post original. Igualmente soy consistente con mis opiniones y el texto del Reglamento del Concurso se consigue fácilmente, así que me senté nuevamente a escribir esta entrada y creo que se me fueron ocurriendo más cosas que la primera vez que la hice (hasta me quedó más linda).
La cosa venía más o menos así: debido a que se me acusó de falta de objetividad en los comentarios de la primera rueda me propuse. con el Reglamento del Concurso en la mano, volver a ver el espectáculo que brindó cierta murga, en especial agarré el "Artículo 42: Definición y características de las categorias".
La Murga es la más elocuente expresión del folclore uruguayo (como la cédula de los componentes). Ésta tiene como característica esencial criticar, satirizar y divertir, con un lenguaje popular y con un coro que, además o por encima de sus atributos técnicos sea claramente entendible para el espectador. El coro deberá tener un rendimiento grupal que este por encima de los rendimientos individuales (¿o sea que lo del zurdo no puntúa?, me cacho!, lo volvieron a traer al santo botón), claridad y afinación (pero no la afinación de Cotelo que si no quedamos todos sordos).
La Murga podrá entrar en pleno en escena, siendo muy importante el papel del Director que encabezará la movilidad contribuyendo al contagio de sus compañeros (si Tabaré los contagió de mononucleosis con el beso que les dio al final a sus dirigidos, ¿cuántos puntos suman?).
En los arreglos corales deberá primar la creatividad, como también la variedad de los mismos, teniendo en consideración a aquellas Murgas que demuestren preocupación por la variabilidad y al cambio coherente en sus músicas. En lo relativo a la musicalidad, se tendrá en cuenta todo el entorno musical del espectáculo, conformado por la variedad de sus músicas, ritmos y climas acordes con la temática que se desarrolla (avisen antes, no sean malos! Se mandaron cuplés interminables sin cambiar la música… esta parte del reglamento sólo la pusieron para perjudicarlos).
La comicidad tendrá una mayor relevancia en la medida que sea realizada a través de los temas cantados, privilegiándose por sobre los monólogos o diálogos (auch! entonces ¿lo de Yamandú y Rafa tirando chistes a diestra y siniestra no cuenta tanto como lo que cantan? Cotelo, ¿canta o aúlla?). La comunicación deberá considerar la respuesta del público en lo que hace exclusivamente al logro por parte del conjunto de los climas que busca durante su actuación, en lo que tiene relación con la risa, la alegría, los silencios, la emotividad, el mensaje, etc. No se tomará en cuenta lo que puede influir la popularidad del conjunto entre los espectadores que lo apoyan. (Ufa!!! Esto es totalmente injusto y sólo para seguir perjudicándolos, les están haciendo lo mismo que en su momento le hicieron a la BCG).
En los textos se consideran los valores literarios de los mismos utilizados por los conjuntos, priorizando la sutileza, la picardía y el doble sentido, por sobre lo grosero y lo soez (recórcholis, Rafa se la pasó puteando al pedo entonces), así como el espíritu Carnavalero.
La crítica de actualidad (sólo para reirse del aspecto físico del Presidente, que vamos, es el mismo que hace años –el aspecto físico, que el Presidente lo estamos estrenando- así que tampoco es taaan actual), la sátira, lo irónico y lo poético, así como el ingenio, apostando a la creatividad (si los Curtidores hace un par de años hicieron la Murga de la Intedencia, ¿por qué no puede Agarrate Catalina hacer la Murga del Ministerio de Turismo y recomendarle a los habitantes de los países que recorran en su inminente gira, visitar el paisito?) por encima del mensaje directo, se valorizarán en la medida en que, sin perder calidad, reflejen con claridad su sentido. Estos serán puntos esenciales en esta categoría, que por naturaleza deberá ser la mayor exponente del cotidiano vivir de los uruguayos. Por tal motivo, sus textos deberán abordar - en alguna medida - nuestra propia realidad, nuestra idiosincrasia (¿acaso no todos somos punks?) y los hechos acaecidos durante el año (el malogrado voto rosado, la gripe, la campaña electoral son todas cosas del año pasado, no de este 2010, así que acá está tudo legal) como reflejo fiel de nuestra identidad inmediata (ahh, sí sí, los charrúas –bueno, los que se escaparon de las manos de Rivera al menos- son de lo más inmediato que hay, Sodoma, Gomorra, Nerón y Tinky Winky también!).
El recurso de apelar a tintes dramáticos o emotivos, puede enriquecer el desarrollo del espectáculo, siempre que no sea utilizado en exceso, pues de ese modo escaparía a la esencia del Carnaval (por eso las puntas son tan alegres y dicen tanto respecto a lo que es esta fiesta que nos une en febrero ¿?).
En vestuario y maquillaje se priorizará la creatividad y el ingenio, teniéndose en cuenta el carácter Carnavalero del espectáculo. En el maquillaje, al igual que en el vestuario, se prestará especial atención al colorido y combinación entre ambos y la creación de personajes. (no seamos malos, que todos sabemos que el gris es un color, y la combinación con el amarillo anaranjoso de los salvavidas que tienen puestos –hay que ahorrar tiempo, tanto viaje en barco de un lado pa´l otro que ya se torna insoportable andar poniéndose y sacándose el salvavidas- combina divino).
Salú y buena gira!
NdR: la nota no es igual a la que hice originalmente, ya que tuve que reescribirla, pero en esencia es la misma. Los comentarios publicados hasta el momento de producida la "borratina" por parte de las manos misteriosas que se tomaron el trabajo de borrar la entrada los guardaba en el outlook, así que se salvaron y los publico tal cual en la sección bombazos. La anterior cuenta de mail de húngara quedó desvinculada del blog... así que suerte en pila ya que la contraseña de la nueva cuenta cambió considerablemente (tanto que la tengo anotada debajo del colchón porque ni yo sería capaz de recordarla).
