En este informe analizamos concienzudamente (no, no tenemos hermanas, por lo tanto la conciencia es nuestra) los motivos que llevaron a que la murga teatral dramaturga "Agarrate Catalina", pese a ser elegida como mejor espectáculo de carnaval, no levantara triunfadora la nómina completa de nominaciones denominada "Menciones Carnaval 2008". Mencionamos, a continuación, las menciones que no la tuvieron ni mencionada (exceptuando aquellas de otras categorías) y aquellas en que la mencionan pero, con total mendacidad, menoscaban su empeño y empuje de gran bizarría.
Mejor vestuario de murgas: A Contramano (Paula Villalba y equipo: Ricardo Rosa, Inés Iglesias, Grissel Piguillem y Laura Leifert
Hugo Millán logró lo que pocos intentaron siquiera en carnaval: darle nueva vida y otro sentido a los sacos y camisas de señores. Con esa pintura volcada sobre los hombros, que nos remite a una persona mayor dormida en un banco de plaza, debajo de un frondozo arbol repleto de palomas, y recibiendo inocentemente las "descargas" de las ratas con alas; los pijamas que ni nuestros abuelos usan ya, por lo incómodo que resultan para cambiar pañales; las camisas rayadas que se abrochan sólo en la parte superior, típicas de las jóvenes fashion que adoran mostrar la panza; y las capas semejantes a alas de angelitos (por no decir angeludos), que chocan a la vista puestas en gente mayor, muy mayor. Quebramos una lanza por el señor Millán, al que deberían haber nominado siquiera, pero no, total, evaluan solamente lo mejor y no el esfuerzo sobrehumano de algunos vestuaristas que deben luchar contra el hilo conductor que le imponen letristas desalmados que pretender sólo tener menciones para ellos.
Mejor maquillaje de murgas: El Gran Tuleque (José Dorta).
Paula Gómez es una mártir impoluta del carnaval cuyo perfil bajo le ha hecho perder esta mención que se le debía. Horas, días, semanas y hasta meses enteros entregando su sana juventud a los geriátricos de todos los países que visitó la murga, fotografiando y retratando ancianos babosos y olorientes, desesperados por retener su presencia entre las paredes que los retienen a ellos, y todo, para lograr un efecto de realismo abrumador utilizando no más de 5 colores entre los 17 componentes.
Mejor batería de murgas: Colombina Che
¿Que los miembros de la batería canten, actúen y se destaquen en esas actividades valen más que hacer dos trajecitos de morondanga y sonar como un reloj? Pues parecería que sí, pues el carisma de Samantha y la voz del Zurdo no cuentan a la hora de ganar.
Mejor solista de murgas: Freddy Bessio (Agarrate Catalina), Sebastián Martínez (La Margarita)
Según fuentes allegadas al lugar de los hechos, los incontrolables raptos de llanto que atacaban sorpresivamente al bombista de la Catalina jugaron en contra para el jurado. Le quitaron la mención al Zurdo por no dar ejemplo de hombría, por no representar la figura del macho criollo con su canto lleno de inflexiones y quiebres de voz. Los muchachos no lloran... y llegado el caso, lo hacen en 18 y Joaquín Requena, pero nunca, nunca, adelante del jurado.
Mejor arreglador coral: Felipe Gardiol (La Margarita)
Con la escasa participación coral de la murga que levanta esta mención como trofeo, es una obvia ninguneada a aquellos que con muy poco hicieron lo que puedieron, y que su esfuerzo valia más...
Mejor coro de murga: La Margarita
La murga a la que más le cuesta cantar, aquella integrada por jóvenes que ni siquiera tienen voz ni votos en sus propias asambleas, que nunca dieron actuaciones gallardas, ellos, son ninguneados una vez más en una mención que debía mencionarlos aunque sea para reivindicar la lucha de los más débiles contra los gritos de la clase dominante.
Mejor figura de murgas: Diego Bello (La Margarita), Yamandú Cardozo (Agarrate Catalina),
La verborragia de Yamandú le jugó en contra en este rubro. Su histrionismo exacerbado apabuyó tanto al jurado como al público, que eligieron al mudito de Diego Bello en su lugar.
Mejor cuplé: “Los viejos militantes” (Agarrate Catalina), “La murga de la Intendencia” (Curtidores de Hongos).
El premio fue ganado por Curtidores para acallar el rumor de la indignación de Ehrlich, pero nuestra fuente* afirma que llegó una carta intimidatoria al jurado de parte del O.G.T. (Organización de Gerontes y Pensionistas) acusando a la murga Agarrate Catalina de tener infiltrados en sus filas. Estos infiltrados habrían pasado la información de cómo los jubilados obtienen tanta energía para sus reclamos contra el IRPF y, de resultar el cuplé de los energizantes ganador, se verían perjudicados ante los jueces, hasta incluso investigados por tenencia y contrabando de estupefacientes.
Mejor director de murgas: Ramiro Duarte (Colombina Che)
Sus eternos homenajes a boxeadores ya pasados, los discos solistas que edita, los estadios que llena, la melosidad llevada al extremo de sus letras, todo su inmenso currículum desepreciado por un jurado de sordina que se deja impresionar por espejitos de colores y no por los valores que realmente importan a esta mención y que Tabaré Cardozo llena por completo.
*Queremos mencionar al mentado Juan de Momouruguay, murguista malogrado, menesteroso de su manía y amigo de la casa, que magnánimamente nos ha mencionado su investigación al respecto, y nos dio toda la información aquí publicada.
Salú a los ganadores morales de estas menciones.