Fondo Blanco

Se rumorea, se comenta, se dice (escribe) por ahí que esta murga también se está preparando para dar la tan esperada prueba de admisión y, así, poder participar en el Concurso Oficial de Carnaval 2009.

Sí señores, todavía no terminó junio y ya se está preparando una nueva Bacanal, no es que estemos todos ansiosos, ni que nos pasemos meses tras meses esperando febrero (o diciembre en este caso), pero tampoco es cuestión de arrancar tres semanas antes a preparar un espectáculo, ya que es sabido que de esa manera no gana nadie (¿?), no es cuestión de que después los tilden de improvisados.

Otra de las tan renombradas murgas jóvenes que se animan a dar el salto, queriendo entrar en el carnaval mayor de una vez por todas. Buscando que dejen de considerarlos gurises y se los trate como los viejos que son, que los años no pasan solos ni en vano, ¡canejo!

Ya sé, ustedes estarán pensando, otros 17 borrachos más que se suman a la interminable lista de beodos con cara pintada, pero no es el caso. Créanlo o no, los chicos son toditos abstemios. Ta, no los culpo, sé que el nombre que eligieron no ayuda a imaginarse a murguistas sobrios, pero denles el beneficio de la duda por lo menos. La única adicción que se les puede atribuir es un exceso en el consumo de jarabe para la tos (no lo intenten en sus casas, yo acabo de probar y miren lo mal que me está pegando).

El nombre obviamente surge de las paredes que estaban acostumbrados a ver todo el santo día, si vieran lo mansitos que se veían con el saquito ese que sube la autoestima, ese que permite que te pases todo el día abrazándote. Digamos que el fondo blanco de las paredes del manicomio del que salen estos especimenes, dejaron en ellos un recuerdo imborrable.

Brindo con jarabe por estos murguistas que quieren jugarse sus chances en la máquina de descuartizar buenos espectáculos y entrar de una vez por todas en el psiquiátrico al aire libre más grande del mundo, Salú!

Cambio de Género

Atrás quedaron aquellas épocas en que la murga era sólo integrada por hombres (bueno, especimenes del sexo masculino para ser más exactos… ya que la hombría de algunos viejos murguistas puede ser cuestionada), un ambiente netamente masculino, como quien dice.

Como parte de la revolución femenina, las mujeres comenzaron a ganar terreno y protagonismo en el género. La pelea por la igualdad de derechos entre el hombre y la mujer ya lleva varios años. Desde la aparición de Mónica Santos en Araca la Cana, y luego de varias críticas por parte de los fundamentalistas carnavaleros, hoy nada tiene de extraño encontrar a una, dos e incluso tres mujeres formando parte de alguna murga.

Claro que todo tiene su explicación, tampoco vamos a creer que la liberación femenina es taaaan fuerte como para adentrarse en un una agrupación carnavalesca históricamente machista. Es que a los muchachos se les hacía cada vez más difícil encontrar sobreprimos natos y ya casi ningún carnavalero quería pasar por el bisturí para convertirse en eunuco, pero con flor de voz, eso sí. Sabido es que, en el mundo moderno, nadie quiere hacer sacrificios de tamaña índole por el bien de la sociedad en su conjunto o, en este caso, por el bien de la murga.

Y así llegamos a los tiempos que corren, estos en los que un grupo de 17 desquiciadas pueden llegar a ganar un concurso de Murga Joven, como pasó con las Cero Bola. Demostrando una vez más que nada tenemos que envidiarle al género masculino, podrá faltarles huevo a las gurisas, pero garra les sobra y eso quedó más que demostrado.

Ahora, no nos vayamos de mambo, achiquemos un poco como quien dice, no sea cosa que los hombres se nos aviven de golpe y el año próximo no quiera salir ninguno. Siempre se puede llegar a soluciones intermedias, y desde acá aporto una idea: conformar una murga mixta, con sobreprimos varones, primos travestis y segundos mujeres… lindo laburito va a tener el arreglador coral ahí, ese sí que va a ser un sueldo bien justificado.

Lo Que Se Viene. Hoy: Tiranos Temblad

Y sí, ya se empiezan a mover las filas carnavaleras, por lo menos para aquellos que tienen que dar la maldita prueba de admisión para participar como DAECPU manda de la próxima bacanal.

Desde este blog, queremos darle un espacio a todas aquellas murgas que están ávidas por meterse en el tongo de la calificación por rubros. Y así es que hoy empezamos con una de las más ansiosas, como para ir conociendo los especimenes que nos podemos encontrar en diciembre, durante las pruebas de admisión y, más serio aún, en febrero durante el mes y medio que dure el carnaval (si no llueve, claro está).

Esta agrupación nace como murga joven allá por el año 1997, saliendo desde el barrio de Peñarol. En un principio iban a llamarse “¡Eh, bolso puto, entra a correr!”, pero se lo pensaron mejor y optaron por ser un poquitín más sutiles a la hora de ponerle título al conjunto. Más que nada porque había un par de hinchas del bolso entre sus filas, y los ensayos solían terminar a las piñas cada vez que ensayaban la retirada.

Su debut fue el 1º de marzo de 1997, el artístico (por otra clase de debut, pregunten individualmente a los componentes y aténganse a las consecuencias), en el corso de Peñarol. Después mutan su nombre a “La Peñarola” (se ve que los gurises andaban indecisos con el nombre y además pudieron deshacerse de los componentes que simpatizaban con Nacional).

La indecisión se apodera nuevamente de ellos en el año 2002, donde vuelven a aparecer como Tiranos Temblad. Participan en las famosas orgías del movimiento de Murga Joven en los años 2002, 2003 y 2005, obteniendo muy buenas críticas (el jurado era manya, qué se le va a hacer). Con todo este currículum a cuesta, vuelven este año, desde el Peturrepe, con la ilusión de entrar de una vez por todas en el negocio mayor, bajo la dirección irresponsable de los hermanos Martín y Pablo Fernández y con letras de Gerardo Dorado “El Alemán” (esperemos que las letras las haya escrito en castellano, sino estamos sonados).

Todo un triunfo fue que el Sr. Fernando González, Director de Turismo de la IMM, aprobara el nombre de la agrupación. Varias cartas se escribieron explicando que la denominación de la murga de ninguna manera era una amenaza explícita al jurado, ni a los miembros de DAECPU. Horas de conversación y sobres bajo la mesa permitieron que, finalmente, se reconociera como válido el título de estos subversivos botijas.

Sin más preámbulo les dejo un fragmento de la actuación 2003 en el mencionado concurso-orgía, cuando obtuvieron la mención a mejor coro, como para que vayan preparándose para la bacanal que cada día se nos aproxima un poco más, que lo disfruten.



Con la Cara Pintada

¿Alguna vez se preguntaron el por qué de tanta pintura sobre la cara de los murguistas? Vamos, todos podemos comprender la coquetería de las féminas de Cero Bola, pero ¿no les parece excesivo el maquillaje a los que nos tienen acostumbrados, año tras año, los especimenes machos de esta especie (que por suerte no está en extinción)?

Nuevamente, escarbando en lo más hondo de los secretos que rodean al carnaval, es que traemos a ustedes este trabajo de investigación (uno más que se suma a la larga lista) para revelar, de una vez por todas, uno de los misterios mejores guardados de esta populosa fiesta.

Seguramente ustedes estarán esperando, con esas mentes retorcidas que tienen, que hable de las inclinaciones de algunos murguistas que los llevan a pintarse más que las damas; en ese caso, pueden dejar de leer aquí nomás. No, no voy a hablar de Drag Queens ni nada que se le parezca. Tampoco está asociado a la vergüenza que sienten algunos que tienen que pintarse la cara para esconder su verdadera identidad, para no aguantar bromas fuera de lugar durante el resto del año. Definitivamente NO, eso sería caer en el chiste fácil (que por cierto, me encanta) pero no es el caso.

El motivo es mucho más simple, si es que nos ponemos a analizar la caripela de ciertos individuos que salen en esta categoría hace años. No voy a dar nombres, ya se hirieron demasiadas susceptibilidades con post anteriores, así que no vaya a ser que esta otra vietnamita caiga en el mismo error.

Ciertos míticos personajes que, año tras año, nos deleitan con sus apariciones sobre las tablas, podrían hacer llorar a niños (e incluso a grandes) si mostraran su rostro tal cual es. No me malinterpreten, no estoy tratando a nadie de feo, sólo que algunos tienen la cara un poquito desordenada, y nada mejor que base y brillantina para solucionar el problema. Aquellos que antes curaban el hipo de los gurises (causándoles al mismo tiempo una sensación de espanto incontrolable) descubrieron, con este viejo modo de esconder el rostro, que los niños cambiaban su típica cara de espanto por una de alegría sublime, e incluso se les acercaban sin miedo, al grito de “¿me pintas?”.

Ojo, no nos olvidamos de aquellos murguistas que se pintan sólo la mitad de la cara. Por más explicaciones que quieran dar algunos, por más que disfracen con palabras bonitas el verdadero motivo que los lleva a pintarse la mitad del rostro, hemos descubierto la verdad de la milanesa. Porque sólo un desquiciado puede venirme con eso de: “Me pinto la mitad de la cara para representar que la fantasía y la realidad van de la mano”, o “Es que la locura y la cordura están separadas por una línea no muy bien definida” ¡Patrañas señores! Sólo están tratando de ocultar lo que es obvio a la vista: su peor perfil…

Al fin y al cabo, la bacanal es una fiesta que toda la familia tiene derecho a disfrutar y, los llantos proferidos por asustados gurises, como todos sabemos, pueden ser mucho peor que los alaridos proferidos por 17 beodos sobre unas tablas.

El Origen de las Especies II

Luego de la intercepción de los mensajes por tropas enemigas, hemos recuperado la comunicación con nuestro ejército y nos hemos avocado a continuar con la indagación de los nombres de un feno no meno que nos aqueja (y muchas veces nos deja sordos): las murgas.

Debido a la cantidad de subespecies conocidas, es que se harán entregas por capítulos, hoy entrego la segunda parte de tan exhaustiva investigación, en la cual podrán conocer la verdad de los orígenes de las especies ya extintas (o casi):


Antimurga BCG: reconocidos por su aversión al género de murgas y por su odio al concurso que los motiva a salir, este grupo no tomó sus siglas de la reconocida vacuna, sino que son las iniciales de “Bailamos Como Gansos”, que es lo que pensaban que hacían las demás agrupaciones de esta categoría, que sólo buscaban puntuar en el rubro. El tiempo pasa, el concurso sigue siendo el mismo.

Asaltantes Con Patente: su nombre lo dice todo y casi no necesita de explicación alguna. Esta agrupación comenzó como partido político y, como todo partido político que se precie de ser tal, estos muchachos tenían “licencia para robar”, sabido es que más de una vez hicieron uso de la misma para coronarse en la bacanal. Originalmente iban a tomar el nombre que los llevó hasta lo más alto de las esferas del poder: “Aceptamos Cualquier Paquete”, pero finalmente se quedaron sólo con las siglas para que los desmemoriados olvidaran su paso por el mundo de las coimas. No contaban con que este informe iba a salir a la luz, incluso después de haberme mandado un sobre bien adornado para comprar mi silencio.

Don Bochinche y Cía: con orígenes en el tráfico de cornetas, Don Bochinche (el capo de esta mafia) obligó a todos los indocumentados que trabajaban de mulas, pasando cornetas, silbatos y matracas robadas en el carnaval de Brasil, a formar una murga para despistar al fisco. Al señor Bochinche (que no es Cacho, pero dada la edad de este último es válida la aclaración), no le fue tan bien como esperaba en el negocio del cotillón y a cambio de los servicio prestados por su personal, comenzó a pagarles con acciones de la empresa. Así fue como el microemprendimiento se transformó en una compañía de nivel internacional (en especial si tenemos en cuenta las nacionalidades variadas de sus empleados).

Don Timoteo: Otra murga histórica que hizo historia. Cansado de las batalles el comandante Timoteo decidió formar una murga con un grupo de reclutas del servicio militar, y por lo visto le fue bastante bien allá por la década del ´60, cuando el Concurso todavía era puro (pero no casto). Todos sabemos ya que la cosa empezó a enturbiarse, y esto no le gustó nada al ex-militar que, al grito de “Esta murga ni paga, ni se entrega”, emprendió la retirada hacia la Isla Timoteo Domínguez. Hoy todavía se pueden escuchar, en las noches de luna llena, los inconfundibles cantos murgueros de las ánimas en pena que quedaron pululando por la isla.

Patos Cabreros: reconocidos por ser verdaderos patos criollos (ya conocen el dicho) y cansados de tal denominación, los integrantes de esta cofradía digamos que se cabrearon de más y tomaron las armas, en un ataque de furia arremetieron contra todo aquel que se dignara a llamarlos “Patos Criollos”. Ante el inminente peligro de muerte a manos de estos inadaptados, la gente los comenzó a llamar “Patos Cabreros” para poder conservar la integridad física que a uno tanto le hace falta en su paso por el mundo.


Reírse Cuesta Un Huevo

Ha llegado el invierno a estas latitudes rioplatenses, aunque técnicamente eso no es cierto ya que seguimos en otoño, pero vayan a explicarle eso de las estaciones al desadaptado que maneja la sensación térmica. Cómo venía diciendo, llegó el frío, y con él ya se empiezan a extinguir las voces de murgas que andaban todavía por la vuelta (digamos que se hace difícil eso de andar cantando cuando uno es una máquina generadora de mocos), aunque como siempre, algunas quedan y nos siguen deleitando, otras no tanto, y otras definitivamente son una tortura.

A lo que voy con todo este divague es que, terminada la bacanal, se hace cada vez más difícil encontrar cosas con las cuáles reírse, y más cuando nos damos cuenta que en la OIdRdlP no se vende grapamiel.

Claro, siempre nos queda el recurso de sentarnos en la puerta, a ver si alguien pasa caminando y justo se tropieza y se da de cara contra el piso… pero eso rara vez ocurre, y se pierde demasiado tiempo (créanme, lo he intentado por varias horas, y nada, se ve que no tengo suerte). Pero me dicen que eso de reírse de la desgracia ajena no es de buena persona, así que ya lo voy descartando.

También podríamos apelar a las bromas pesadas entre compañeros de trabajo, ese es un clásico que siempre rinde: un poco de pegamento en una silla, el famoso recurso de la fenolftaleína en el café, o incluso convidar esos mates salados que tantas caras de asco suelen arrancar. Sí, digamos que eso tampoco deberíamos hacerlo, suele ser dañino y perjudicial para aquel que tiene que soportar la broma y, si nos metemos con el preferido del jefe, puede incluso llegar a ser nocivo para nuestra economía.

Así fue que, buscando cosas que me hagan esbozar una sonrisa, llegué a la triste conclusión que me aqueja: Reírse cuesta un huevo. Por suerte, con el fugaz paso de La Mojigata por Buenos Aires, llegaron los huevos a la OIdRdlP, y tuve la dicha de hacerme con uno, sí señores… después de tantos años, y sin necesidad de recurrir a cirugía alguna, me hice de un huevo. Si quieren, podrán decir que es un huevo viejo, pero no me importa, no necesito lo último de lo último, tengo un huevo viejo ¡¿y qué?! Aconsejo a los que anden aburridos que salgan a comprar el suyo, si es que se encuentran en la OCdRdlP, sino, bueno, no soy angurrienta, tengo Un Huevo para compartir.